Historia


Orígenes
    La creación de una Diócesis en la región nor-oriental del actual territorio de Venezuela fue un proyecto acariciado desde los primeros años de existencia de la Iglesia en estas tierras. Cumaná comenzó la penetración del evangelio en el continente americano, de manos de los frailes dominicos y franciscanos, aproximadamente por el año de 1513. La intensa actividad evangelizadora los llevó a la fundación de Cumaná en 1515. La primera expedición misionera estuvo formada solo por dominicos, bajo el mando de Antonio de Montesinos, el fraile Francisco Fernández de Córdoba, el lego Juan Garcés y sus colaboradores; salió de Santo Domingo a fines de 1513, arribando al puerto de Cumaná, en pocos días. Establecidos los misioneros construyeron con ayuda del cacique de Cumaná y su gente, sus casas, dos iglesias de madera y una escuela a la cual asistieron hasta 40 niños indígenas, de acuerdo con los cronistas, cédulas y los suministros reales. Al oficiar la primera misa en Cumaná comenzó formalmente la penetración del evangelio sin interrupción.en la tierra firme americana. Con la llegada de las misiones franciscanas, en 1515, se funda el primer ayuntamiento en tierra firme con el nombre de Cumaná, en la ribera oriental del Río Cumaná, a unos 250 metros al sur de la desembocadura. En el poblado se levanta, al poco tiempo, una Iglesia, un convento y algunas casas para los colonos. Contiguo al cacerío, en la desembocadura del río, se encontraba un poblado primitivo de la etnia Waykerí, a la que los frailes pusieron bajo el patrocinio de la Bendita Virgen de Altagracia. Para el año 1519, los misioneros franciscanos ya habían levantado en la aldea dos iglesias y sus casas; donde 7 frailes atendían a 40 indígenas. 

Primera Diócesis

Ante esto, el Rey Carlos I, solicitó a la Santa Sede la creación de una Diócesis en la jurisdición colonial; petición que fue aceptada por el Papa León X, quien erige el 17 de mayo 1520, la Diócesis de Paria con sede en el Ayuntamiento de Cumaná, nombrando como Obispo Titular a Fr. Pier Barbié (Pedro Barbirio). 
 

   Sin embargo, entre el 03 y el 10 de octubre de ese mismo año, los indios Cumanagotos, liderado por el Cacique Maragüey, se revelan e imponen su justicia por el rapto de parientes, en la vecindad de Santa Fe y Maracapana; destruyendo la Misión de Santa Fe de Checherebiche y martirizando brutalmente a dos frailes dominicos. Lamentablemente los ataques indígenas impidieron que se consolidara la Diócesis. 
  
   Tras la fallida erección diocesana, en 1662, la región es agregada a los "Anexos Ultramarinos" del Obispado de San Juan de Puerto Rico hasta la creación de la Diócesis de Santo Tomás de Guayana, el 20 de mayo de 1790, que fue originalmente sufragánea de la Arquidiócesis de Santo Domingo, de la República Dominicana.


   Diócesis de Cumaná
     Con el correr de los años, el territorio de la Diócesis de Guayana se hacía cada vez más extenso y su feligresía más dispersa, lo que dificultaba la atención pastoral. Por ello, tras la consulta del Episcopado y el Colegio Cardenalicio, se logró aliviar su carga. Al fin el proyecto de la creación de una Diócesis en la región nor-oriental se hacia  realidad.

   El 12 de octubre de 1922, se promulgaba la Bula Pontificia “Ad munus ab Unigenito” del Papa Pío XI, con la cual se creaba la Diócesis de Cumaná; 402 años después del frustrado obispado de Paria. Parte del texto de la Bula dice así:

    "PÍO OBISPO, Siervo de los Siervos de Dios, PARA PERPETUA MEMORIA. Sabemos que pertenece al cargo que nos ha confiado el Unigénito Hijo de Dios, erigir y dividir la Iglesia por el mundo, según juzguemos que lo piden las utilidades del rebaño del Señor, o creamos ser necesario; atendiendo los tiempos y circunstancias, para conseguir el bien de los fieles cristianos... Las Parroquias Santa Inés de Cumaná, Altagracia de Cumaná, Cumanacoa, Cariaco, Carúpano, Río Caribe, San José de Areocuar, El Pilar, Tunapuy, Irapa, Güiria, Yaguaraparo, Asunción, San Juan Bautista, Santa Ana del Norte, Juan Griego, San José de Paraguachí, Porlamar y Pampatar, que se contienen dentro de los estados civiles de Sucre y Nueva Esparta, las separamos de la Diócesis de Guayana y con ellas erigimos a perpetuidad una nueva Diócesis, que se denominará Cumaná, por el nombre de la ciudad provincial...

 Constituimos igualmente, la Sede y Cátedra Episcopal en la misma ciudad de Cumaná, a la cual elevamos, por tanto, a la dignidad de Ciudad Episcopal y designamos temporalmente como Catedral la iglesia de Santa Inés hasta que se transfiera a otra iglesia cuya construcción está comenzada..." 

   Unos meses después, el 16 de junio de 1923, se anunciaba el nombramiento de Monseñor Sixto Sosa, hasta entonces Obispo de Guayana, como Primer Obispo de la nueva Diócesis. El 28 de noviembre del mismo año, arribaba a la ciudad, por Puertos de Sucre, para la toma de posesión canónica. A su llegada fue recibido por las autoridades civiles de los estados Sucre y Nueva Esparta, acompañados de la feligresía cumanesa, quienes en procesión, escoltaron al Ilustrísimo Prelado hasta la Iglesia Parroquial de Santa Inés, Catedral provicional, donde se realizó la ceremonia de constitución de la Diócesis y toma de posesión del Noble Pastor. 

   Para el momento de su erección fue sufragánea de la Arquidiócesis de Caracas. Posteriormente, el 21 de junio de 1958, con la creación de la Provincia Eclesiástica de Ciudad Bolívar, pasó a formar parte de las iglesias dependientes de esta Arquidiócesis.

   Unos años más tarde, a razón de la expansión de la grey y la amplitud del territorio, Monseñor Mariano Parra, entonces Obispo de Cumaná, en comunión con el Episcopado venezolano inician los trámites para la división del territorio y la creación de una nueva Diócesis que alivie la carga pastoral. Es así como el 18 de julio de 1969 con la Bula Pontificia "Crhisti Verba" del Papa Pablo VI, la Diócesis de Cumaná cedía el territorio del Estado Nueva Esparta para la creación de la Diócesis de Margarita.


Elevación a Arquidiócesis 
   Para inicios de 1990, el Episcopado venezolano empezó los trámites para la creación de una nueva provincia eclesiástica que aliviara la labor pastoral en el oriente del país. Esta solicitud se cristalizó en 1992, cuando el 16 de mayo, el Papa Juan Pablo II, en reconocimiento del valor histórico de Cumaná, primogénita del continente y por donde inició la evangelización de América, con la Constitución Apostólica "Necessitate Adducti", la  eleva a la categoría de Arquidiócesis Metropolitana; convirtiéndola en la séptima provincia eclesiástica de país. Parte del texto de la constitución dice así:

  JUAN PABLO OBISPO, Siervo de los Siervos de Dios. PARA PERPETUA MEMORIA. Impulsados por la necesidad de contribuir a ella con su trabajo, para que “sirva lo mejor posible a la salvación del pueblo de Dios” (CD, 22), los Venerables obispos de la Provincia Eclesiástica de Ciudad Bolívar, en pleno acuerdo con la Conferencia Episcopal Venezolana, han solicitado a la Sede Apostólica que se creara una nueva Provincia Eclesiástica con el nombre de Cumaná y que la Diócesis fuera transferida al orden superior de Arquidiócesis Metropolitana. Consultado el asunto, con el Venerable Hermano Oriano Quilici, Arzobispo Titular de Tabla y Nuncio Apostólico en Venezuela, acordando llevar a cabo el mismo propósito, hoy según la decisión de la Congregación para los Obispos, que abrazamos plenamente, con nuestra autoridad Apostólica y en virtud de estas letras, establecemos lo siguiente: Separamos a la Iglesia de Cumaná de la Arquidiócesis Metropolitana de Ciudad Bolívar y la elevamos al rango de Arzobispado de la Iglesia Metropolitana, con los mayores derechos y privilegios, que son propios de otras Arquidiócesis de esta orden. De esta manera, la ahora establecida Provincia Eclesiástica de Cumaná, estará formada por la propia Iglesia cumanesa y las Diócesis de Barcelona y Margarita, las cuales ahora han sido separadas de la Provincia de Ciudad Bolívar...

   Con la misma constitución se elevaba a la dignidad de Arzobispo Metropolitano al Ilustrísimo Monseñor Alfredo José Rodríguez Figueroa, hasta entonces IV Obispo de Cumaná. 

   El territorio sucrense incrementaba su población, misma que necesitaba mayor atención pastoral, por lo que para 1998, Monseñor Alfredo José, junto a Monseñor Manuel Felipe Díaz Sánchez, Obispo auxiliar de Cumaná, introducen la propuesta ante el Episcopado venezolano de dividir el territorio sucrense y conformar una nueva Diócesis, que pueda brindar más y mejor atención a su grey. Es así como el 4 de abril del 2000, con la Bula Pontificia "Plerique sacrorum"
del Papa Juan Pablo II, la Arquidiócesis cedió una porción del territorio del estado Sucre para la creación de la Diócesis de Carúpano. Ese mismo año, el 26 de diciembre, el marco del Año Jubilar 2000, Nuestra Señora de Altagracia de los Guaiqueríes, es proclamada Patrona de la Arquidiócesis de Cumaná. 

   Actualmente, la Arquidiócesis de Cumaná es una porción del Pueblo de Dios que tiene dividido su territorio en 27 parroquias, organizadas en 5 arciprestazgos, que abarcan los municipios Sucre, Montes, Cruz Salmerón Acosta, Bolívar, Mejías, Rivero y Andrés Eloy Blanco. Como Iglesias sufragáneas tiene las Diócesis de Margarita, Barcelona, Carúpano y El Tigre. Desde su creación ha contado con la guía pastoral de prelados que han enriquecido la vida espiritual de su grey; impulsando su crecimiento y caminar en la fe.  


 

Enlaces Sugeridos: 


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